Sopar el pan y otros superpoderes

Sopar el pan y otros superpoderes

Si de superhéroes se trata, mi mente como argentino piensa inmediatamente en Diego Armando Maradona, el genio del fútbol mundial, o Charly García, el ídolo de mi adolescencia que continúa siendolo. Pero lamentablemente vivimos en un país cuyo mayor ingreso de divisas lo provee el agro, con productos que suelen transformarse no siempre en alimentos para las personas, y donde hay personas de todas las edades que pasan hambre. Esta situación es harto conocida, y no voy a detenerme en los índices, que son diversos y complejos. Pero sí voy a intentar responder una pregunta: ¿Qué herramientas puede darle a la sociedad, toda la Ciencia y la Tecnología en la lucha contra el hambre?

De entrada se me ocurren dos respuestas que son complementarias: por un lado una sistematización de esfuerzos de los distintos grupos de investigadores a lo largo y ancho del país que se viene dando desde una gran convocatoria: “Ciencia y Tecnología contra el Hambre”, lanzada desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales; y por otro lado los superhéroes, entendiendo a estos como seres que tratan de proteger a la sociedad toda contra males de los más severos y cuyo más importante don es el coraje.

Superpan

¿es un pájaro? ¿es un avión? ¡Es Superpan!

El pan superpoderoso, o Superpan, nació en el seno de la Comisión Nacional de Energía Atómica, impulsado por la Licenciada en Tecnología Industrial de Alimentos Celina Horak, que pensó en un producto que sea fácilmente transportable, almacenable y consumible. En nuestro país el pan es una figurita repetida en las mesas familiares, pero a la receta de agua, harina de trigo, levadura y los secretos de la abuela (o en mi caso el abuelo panadero), el grupo dirigido por Celina agregó una sustanciosa fuente de proteínas. El resultado es un pan con potencial, pero ¿cómo hacerlo fácilmente almacenable? El alimento debe llegar a comedores escolares de territorios distantes de la productora, conservando sus características nutritivas, y también de olor y color. Es en este punto donde aparece la radiación gamma, que permite, al atravesar alimentos en un proceso realizado una planta industrial, que estos una vez en el mercado de consumo, tenga una mayor durabilidad, unos 30 días [1].

El Código Alimentario Argentino que contempla a la irradiación de alimentos está en vigencia desde hace más de tres años y puede consultarse aquí: www.argentina.gob.ar/cnea/Tecnologia-nuclear/irradiacion-gamma/irradiacion-de-alimentos

Solo nos resta hablar de lo consumible, el Superpan está orientado hacia infantes, un sólo Superpan podría cubrir una buena porción de la cantidad de calorías que cada infante necesita día a día para su desarrollo, y sabe rico.

Supersopa

na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, na, ¡almuerzo!

Terminando la mañana y mediando el día es casi inevitable tener ganas de sentarse en la mesa y meterle a un buen plato de comida. Es en este terreno donde juega la Supersopa. Un enlatado gigante, y no es poesía, las latas son grandes en serio y se producen en Quilmes, Buenos Aires. Este alimento poderoso, perdón, superpoderoso, nació de un programa coordinado por el Maestro en Economía Urbana Germán Leva. El Programa Supersopa se encuadra dentro de la Universidad Nacional de Quilmes. Como puede verse en su sitio, la misión del mismo es producir, gestionar y coordinar la entrega de este sabroso alimento a comedores comunitarios, a través de la venta al costo y también trabajan, en algunos casos, apadrinados por instituciones del ámbito privado a la hora de hacer llegar la supersopa a quienes más la necesitan[2].

Vayamos hacia el plato de sopa, el producto que actualmente elaboran en Quilmes es una sopa concentrada, que se presenta en envases de 4 litros, cuya receta contiene hortalizas varias, carne, arroz y arvejas. Una vez en el comedor pueden obtenerse 50 raciones de sopa a partir de una sola lata, raciones que se piensan como las de niños y niñas que día a día asisten a comedores comunitarios para almorzar.

La Postreridad

no todo lo dulce tiene azúcar y no todos los tetras son de tinto

Si bien nuestra bebida nacional que endulza las mesas y las sobremesas del domingo es el vino, hay un subproducto de su producción: el jarabe de mosto de uva funcional. Al combinar este jarabe con una bebida hecha a base de granos de quinoa, el famoso cereal andino, se puede obtener una especie de “yogur vegano”, superpoderosa fuente de proteínas y libre de gluten [3]. La idea se materializó como un proyecto en el año 2017, a través del Fondo Argentino Sectorial, FONARSEC [4].

Este fondo se creó para la implementación de una nueva generación de políticas que intentan fortalecer la vinculación entre el sector científico y tecnológico con el sector socio productivo a fin de contribuir a la solución de problemas sociales y económicos. El proyecto de la dulce bebida es dirigido por Emiliano Kakisu, investigador especializado en Tecnología de Alimentos. A la fecha este “yogur vegano” de raigambre nacional ha sido reconocido con el premio Innovar2019, y está lo suficientemente maduro como para ser escalable a nivel industrial.

…y entonces

Todos estos desarrollos, si bien son importantes, no pueden ayudar en nada si quedan atrapados en papers y patentes pertenecientes a algún instituto nacional, y no se materializan en las mesas y en las panzas de los argentinos y argentinas que hoy tienen hambre.

Es el propósito de Instituto Varsavsky poner en marcha los hornos de las empresas de la Economía Popular, con el apoyo económico de un estado que no mire para el costado frente a la necesidad del pueblo, y articular redes de distribución que extiendan sus brazos llenos de pan, sopa y postre para llevarlos allí donde hace falta. Y que por todo nuestro país haya panzas llenas y corazones contentos.

Para cerrar, y no perder la costumbre, voy a ser insistente:

¿Qué herramientas pueden darle a la sociedad toda la Ciencia y la Tecnología en la lucha contra el hambre?

Alex Müller Yane
amulleryane@institutovarsavsky.org

REFERENCIAS

[1]https://www.youtube.com/watch?v=8t5L2XaTl18&ab_channel=INTAInforma
[2]http://www.supersopa.unq.edu.ar/progba.htm
[3]https://www.conicet.gov.ar/crean-un-yogur-para-personas-con-intolerancia-a-la-lactosa/
[4]www.argentina.gob.ar/ciencia/agencia/fondo-argentino-sectorial-fonarsec